Refranes que comienzan por O

O bien, o mal, va a lo suyo cada cual.

O calza como vistes o viste como calzas.

O Cesar, o mierda.

O comer en plata, o morir ahorcado.

O llueve o apedrea, o nuestra moza se mea.

Obediencia y paciencia son la mejor ciencia.

Obra acabada, a Dios agrada.

Obra acabada, maestro al pozo.

Obra bien terminada, a su autor alaba.

Obra de chapucero cuesta poco, pero vale menos.

Obra empezada, medio acabada.

Obras buenas, hazlas a manos llenas; malas, ni una hagas.

Obras hacen linajes, no nombres ni trajes.

Obras son amores y no buenas razones.

Obras vea yo; palabras, no.

Obrita que en sábado viene, puntadita de a palmo y salto de liebre.

Ocasión desaprovechada, necedad probada.

Ocasión perdida, no vuelve más en la vida.

Ocasión que se pasó, pájaro que voló.

Ocasión que se va, quien sabe si volverá.

Oficial diestro, pronto se hace maestro.

Oficio que no mantiene a su amo, vaya al diablo.

Ofrecer y no dar, es deber y no pagar.

Oídos que bien oyen, consejos encierran.

Oigo mi gallo cantar, pero no sé en que corral.

Oír campanas y no saber dónde.

Oír, ver y callar, para con nadie tropezar.

Ojo por ojo y diente por diente.

Ojo que no ve, hombre que no cree.

Ojos que no ven, corazón que no siente.

Ojos que no ven, gabardina que se llevan.

Olla con jamón y gallina, a los muertos resucita.

Olla quebrada, olla comprada.

Ora en juego, ora en saña, siempre el gato mal araña.

Oraciones de burro, no llegan al cielo.

Oración de ciegos, mal rezada y peor pagada.

Orden y medida, pasarás bien la vida.

Oros son triunfos.

Ortiga me quemó y mastranzo me sanó.

Otoñada buena, por San Bartolomé comienza. (24 agosto)

Otoño entrante, barriga tirante.

Otras más putas se casan.

Oveja que bala, bocado que se pierde.

Ovejas de una puta, carneros de un ladrón, bien haya quien os guarda, mal haya cuyo sois.

Ovejitas de Dios, soldada de balde, ¿cuál será el puto que otro año las guarde?

Oye los consejos de todo el mundo, y sigue el tuyo.

Oye, sus defectos quien no calla los ajenos.

Oye, ve y calla, y vivirás vida holgada.