Quien mucho abarca, poco aprieta
- En casa de herrero, cuchillo de palo.
- A mal tiempo, buena cara.
- A pan duro, diente agudo.
- Cuando hay hambre, no hay pan duro.
- A falta de pan, buenas son tortas.
- Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados.
- Por la boca muere el pez.
- A palabras necias, oídos sordos.
- Nadie diga: de esta agua no he de beber
- No se debe escupir al cielo.
- Más ven cuatro ojos que dos. (o Cuatro ojos ven más que dos)
- Ojos que no ven, corazón que no siente.
- El ojo del amo engorda el ganado.
- Quien tiene tienda, que la atienda (y si no que la venda)
- Perro que ladra, no muerde.
- A cada chancho (puerco) le llega su San Martín.
- A quien madruga, Dios lo ayuda.
- Al perro flaco no le faltan pulgas.
- A buen entendedor, pocas palabras bastan.
- A su tiempo maduran las brevas.
- Genio y figura hasta la sepultura.
- En todas partes se cuecen habas.
- Quien siembra vientos, recoge tempestades.
- A caballo regalado no se le miran los dientes.
- Matar dos pájaros de un tiro.
- Más vale pájaro en mano, que cien volando.
- Donde menos se piensa, salta la liebre.
- Mucho ruido y pocas nueces.
- Haz bien sin mirar a quien.
- Hombre prevenido vale por dos.
- Más vale maña que fuerza.
- Más vale poco que nada.
- La caridad bien entendida empieza por casa.
- Quien mal anda, mal acaba.
- Sarna con gusto no pica.
- Mal de muchos, consuelo de tontos.
- No por mucho madrugar, se amanece más temprano.
- Contigo, pan y cebolla.
- No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
- Dios castiga sin palo y sin rebenque.
- El que las hace, las paga.
- Ser el último orejón del tarro.
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